No hay mejor definición de un antiperonista rabioso, o si se quiere la de un gorila alfonsinista, que la que el Sr. Quintín ha hecho de sí mismo. En su escueta nota de Perfil, lo que atribuirse a una merma del sueldo del chupatintas, como bien señala un comentarista, el gorila de marras declara que su antiperonismo es una "Maldición familiar", lo que no sorprende no es que venga de la "familia" sino que sea una "maldición" en la información del ADN.
Sabemos que las fobias son "terrores irracionales" y que se forman en las capas más profundas del cerebro humano. Pero que sea una "maldición" y aun peor, que venga en los genes, se aproxima a algún cuento de Edgar Allan Poe, lo que no estaría del todo mal atribuirlo a esta circunstancia, pues los editoriales de este módico pensador, otrora crítico de cine, podrían equipararse a malos cuentos de terror, del estilo "La maldición de la momia de Menenm", o "La maldición de las profecías de la gorda Lilita".
Permitamos que el pequeño gorila burgués aterrorizado, hable por si mismo (el pez por la boca muere):
"Lo que me atormenta es esa sensación de despertar cada día tratando de leer en el diario las líneas del destino."
El hombre de la calle, despojado de cualquier aparato crítico se podrá preguntar, ¿cómo puede alguien pensar que en el diario se pueda adivinar el futuro? ¿no sería mejor salir a la calle y ver por si mismo la realidad? Pero no, el Sr Quintín (¿su nombre vendrá de "Quinta", "quintita"? No viene de 5°, está "atormentado" por este gobierno. Es decir, tiene terror, fobia, miedo irracional a lo desconocido, a lo que ignora.
En próximas entregas seguiremos analizando notas de Quintin, Sarlo, y demás personajes que braman:
¡DESTITUCION, QUE GRANDE SOS!
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